Césped

Tener un espacio con césped verde en casa, que se adapte a la perfección a nuestro jardín y el tiempo que le podemos dedicar, es fantástico.
En la actualidad hay multitud de tipos de césped, que nos permiten elegir el que mejor nos podría ir a nuestro jardín, si es de uso intensivo, si vivimos en una zona fría o cálida, en definitiva, podemos plantar un césped que tolere altas temperaturas, pero también tenemos variedades que soportan bien el frío.

Césped natural y artificial

Lo primero que debemos tener claro es que tipo de césped poner en el jardín ¿Césped artificial o césped natural?
Si me preguntas a mí te diría que “depende”.
Lo cierto es que un césped artificial siempre estará verde, tanto si es verano, como si es invierno. Otra gran ventaja es el bajo mantenimiento que requiere, no hay que regar, no hay segar el césped o abonarlo, eso no quiere decir que no requiera cierto mantenimiento para tenerlo perfecto, pero eso lo veremos en un artículo específico sobre el tema.
En el punto opuesto tenemos el césped natural. Requiere esfuerzo en todos los procesos, desde la siembra del césped, regado, abonado, escarificado y la siega periódica del césped en el verano.
La gran ventaja, la naturalidad  y belleza que aporta al jardín es innegable, por no hablar de que también sirve como regulador de temperatura en una vivienda durante el verano.

Tipos de césped más comunes

El césped es una parte fundamental de muchos espacios exteriores, pero existen diferentes tipos que se adaptan a distintas necesidades y condiciones. A continuación, te muestro una lista de los céspedes más comunes y sus características principales:

Césped de festuca rubra

La festuca rubra es conocida por su resistencia al frío y su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de suelo. Es ideal para climas fríos y resiste bien a las sequías, aunque no es muy tolerante al calor intenso.

Césped de festuca arundinacea

La festuca arundinacea se destaca por su capacidad de resistir el tránsito intenso y su buena adaptación a variadas condiciones climáticas. Es utilizado frecuentemente en campos deportivos y parques.

Césped de lolium perenne

El lolium perenne es un césped de crecimiento rápido y denso, ideal para áreas con mucho tráfico. Es resistente a las enfermedades y se adapta tanto a climas fríos como templados.

Césped de cynodon dactylon

El cynodon dactylon es un césped de crecimiento rastrero que tolera bien las altas temperaturas y se recupera rápido de las pisadas. Destaca por su resistencia a la sequía y es comúnmente utilizado en campos de golf y zonas deportivas.

Césped de poa pratensis

La poa pratensis es conocida por su textura suave y densa. Se adapta bien a climas templados y es resistente al frío. Es ideal para jardines residenciales, pero requiere un mantenimiento regular.

Césped de dichondra repens

La dichondra repens es una opción interesante para áreas con sombra y suelos húmedos. Es un césped de bajo crecimiento y aspecto atractivo, pero requiere un buen drenaje y no tolera bien el tránsito intenso.

Césped de agrostis estolonifera

La agrostis estolonifera es un césped suave y denso que se adapta bien a climas frescos y húmedos. Tolera bien la sombra y es ideal para jardines ornamentales, pero requiere un riego frecuente. 

Césped de pennisetum clandestinum

El pennisetum clandestinum, también conocido como césped kikuyu, es ideal para climas cálidos y húmedos. Es resistente al tránsito y de rápido crecimiento, pero puede invadir áreas no deseadas si no se controla adecuadamente.

Césped de grass paspalum notatum

El grass paspalum notatum, conocido como césped bahía, es ideal para climas cálidos y salinos, ya que tolera bien la salinidad del suelo. Es resistente al tránsito, pero puede volverse invasivo si no se controla adecuadamente.

Césped de kikuyu pennisetum clandestinum

El kikuyu pennisetum clandestinum es un césped de rápido crecimiento y resistente al tránsito. Tolera bien el calor y se adapta a diversas condiciones de suelo, pero puede ser invasivo si no se controla adecuadamente.

¿Qué uso le voy a dar a mi césped?

Si estás buscando césped para tu jardín residencial, es importante tener en cuenta diversos factores para elegir la opción más adecuada. Considera el clima de tu zona, la cantidad de sol o sombra que recibirá el césped y el tipo de suelo en tu jardín.
Para áreas más soleadas y de clima cálido, puedes optar por variedades de césped como la festuca arundinacea o el cynodon dactylon, que son resistentes al calor y tienen una alta tolerancia a la sequía. Por otro lado, si tu jardín tiene zonas con sombra, puedes considerar el césped de dichondra repens, que se adapta bien a estas condiciones.
En cuanto al tipo de suelo, algunas variedades como el césped de lolium perenne o el césped de festuca rubra se adaptan bien tanto a suelos arcillosos como arenosos, mientras que el césped de agrostis estolonifera es más adecuado para suelos húmedos.

Césped para campos deportivos

Si estás buscando césped para campos deportivos, es importante escoger una variedad resistente y que pueda soportar el uso intenso. El césped de festuca arundinacea o el césped de lolium perenne son excelentes opciones, ya que tienen una alta tolerancia a las pisadas y se recuperan rápidamente después de la actividad deportiva.

Césped para áreas públicas

Para áreas públicas, es esencial elegir una variedad de césped que pueda soportar el tráfico constante y el desgaste. Las variedades de festuca arundinacea y lolium perenne son opciones populares debido a su resistencia y capacidad de recuperación.

Césped para piscinas

Si tienes una piscina en tu jardín, debes seleccionar un césped resistente al agua y que no sea resbaladizo. Una buena opción es el césped de festuca arundinacea o el césped de cynodon dactylon, ya que pueden tolerar la exposición continua al agua y son menos propensos a volverse resbaladizos.

Césped para áreas de juego y descanso

Si deseas crear un área de juegos o un lugar de descanso en tu jardín, es recomendable optar por un césped suave y cómodo. El césped de poa pratensis es una excelente elección, ya que brinda una superficie suave para caminar y sentarse.

Composición del césped

La composición del césped es un elemento fundamental a la hora de elegir el tipo adecuado para nuestro espacio. A continuación, te detallo varios aspectos que debemos tener en cuenta:

Tipos de hojas

Cada tipo de césped cuenta con hojas de características distintas. Algunas variedades presentan hojas finas y suaves, mientras que otras tienen hojas más anchas y robustas. 
Esta diferencia influye tanto en la estética del césped como en su resistencia a determinadas condiciones climáticas.

Mezclas de semillas

Existen distintas mezclas de semillas utilizadas en la siembra de césped. Estas mezclas están compuestas por diferentes especies de pasto que se combinan para obtener determinadas características, como resistencia al pisoteo, adaptabilidad al clima y crecimiento rápido. La elección de la mezcla adecuada dependerá de las necesidades y condiciones de nuestro jardín.

Condiciones del terreno

El tipo de suelo es un factor determinante en la elección del césped adecuado. Algunas variedades se adaptan mejor a suelos arcillosos, mientras que otras son más adecuadas para suelos arenosos.
Es importante evaluar la composición y la capacidad de drenaje del suelo antes de seleccionar el césped.

Resistencia a diferentes climas

El clima de nuestra zona también influirá en la elección del césped. Algunas variedades son más resistentes a climas cálidos y secos, mientras que otras soportan mejor el frío y las heladas.
Es esencial considerar el clima de nuestra región y optar por aquel césped que se adapte a las condiciones ambientales predominantes.

Necesidades de agua y mantenimiento

Cada tipo de césped tiene diferentes necesidades de riego y mantenimiento. Algunas variedades requieren un mayor consumo de agua para mantenerse saludables, mientras que otras son más tolerantes a la sequía.
Asimismo, es importante tener en cuenta la frecuencia y los cuidados necesarios, como el corte y la fertilización, para mantener el césped en óptimas condiciones.

Resistencia a las pisadas y al calor

La resistencia al pisoteo y al calor es un aspecto relevante, especialmente si el césped se ubicará en áreas de alto tránsito o expuestas a altas temperaturas.
Algunas variedades son más robustas y pueden soportar mejor el uso intensivo y las altas temperaturas, mientras que otras son más sensibles a estas condiciones.

Cuidados y mantenimiento del césped

Siembra y preparación del suelo

La siembra adecuada y la preparación del suelo son fundamentales para asegurar un césped saludable y de calidad. Antes de sembrar, es importante limpiar y nivelar el terreno, eliminando piedras, raíces y malezas.
Luego, se recomienda airear el suelo para mejorar la circulación del agua y de los nutrientes. La siembra se puede realizar a mano o utilizando maquinaria especializada, asegurándose de distribuir las semillas de manera uniforme.
Además, es importante cubrir las semillas con una fina capa de tierra y mantener el suelo húmedo durante el proceso de germinación.

Corte y mantenimiento con cortacésped

El corte regular y adecuado del césped es esencial para su correcto mantenimiento. Se recomienda utilizar un cortacésped ajustado a la altura óptima para el tipo de césped. Es importante no cortar más del tercio superior de las hojas para evitar dañar el césped. 
Es muy beneficioso cambiar la dirección de corte en cada sesión para evitar la formación de rutas y favorecer un crecimiento uniforme.

Riego y fertilización adecuada

El riego adecuado es vital para el crecimiento y la salud del césped.
Es importante regar regularmente y en la cantidad adecuada, evitando el exceso de agua que puede provocar enfermedades y el déficit que puede llevar a la sequedad y el deterioro. Además, la fertilización adecuada es esencial para proporcionar los nutrientes necesarios al césped.
Se deben utilizar fertilizantes específicos de césped, siguiendo las indicaciones del fabricante y evitando la sobreexposición de productos químicos.

Control de plagas y enfermedades

El control de plagas y enfermedades es esencial para mantener un césped saludable y libre de daños. Se recomienda realizar inspecciones regulares y tomar medidas preventivas, como eliminar manualmente las malas hierbas y aplicar productos específicos para controlar insectos y enfermedades.
Es vital mantener un césped bien ventilado y evitar el encharcamiento, ya que esto puede favorecer el desarrollo de enfermedades.