Uno de los errores más comunes en el cuidado de las orquídeas tiene que ver con el riego, bien por defecto o bien por exceso, por eso es tan importante tener muy claro como regar una orquídea, para evitar perder la planta por un error tan fácil de solventar.
Las orquídeas no son tan difíciles de cuidar como podría parecer en un principio. Al igual que sucede con el cuidado de cualquier otra planta, es imprescindible entender y conocer cómo es su hábitat natural, para intentar reproducir las condiciones en las que viven.
En su mayoría, las orquídeas son plantas epífitas y semi terrestres (litófitas). Las orquídeas silvestres viven sobre las ramas de los árboles, apoyadas en troncos o rocas, absorbiendo el agua que necesitan del ambiente, siendo mayor la cantidad de humedad en época de lluvia y menor en su época seca.
Ante esta forma tan peculiar de absorber el agua, la mejor forma de regar una orquídea es agudizando los sentidos y observando, como te propongo a continuación.
Cómo regar una orquídea
¿Cómo se riegan las orquídeas?
Uno de los aspectos sobre los que pocas veces se habla es sobre el tipo de agua que se debe utilizar en el riego de orquídeas. En plena naturaleza las orquídeas obtienen agua de lluvia, un agua muy blanda, con poca concentración de minerales y sales.
Lo ideal es el agua que utilicemos en el riego se parezca lo máximo. Si tenemos un sistema de osmosis en casa sería perfecto, pero también podemos utilizar agua de lluvia o embotellada, y descartaríamos por completo el agua destilada tipo plancha.
Si utilizamos agua del grifo para regar las orquídeas, con el tiempo las sales de cloro y otros químicos que tienen el agua de nuestro grifo se acumularán en el sustrato, dificultando el crecimiento y floración de la orquídea. Probablemente no se muera, pero no le sienta bien.
A la mayoría de las orquídeas no les sienta bien que se rieguen las hojas, son muy susceptibles a la aparición de hongos, por eso lo mejor es regar directamente el sustrato, evitando mojar sus hojas y por su puesto sus flores.
Mi recomendación es regar con agua a temperatura ambiente por la mañana, con tiempo suficiente para que el exceso de agua se evapore, impidiendo la formación de hongos en un ambiente de humedad excesiva.
Orquídeas sumergidas en agua
Hay dos formas básicas de regar las orquídeas, una es la básica y la que yo utilizo, cojo una botella y riego el sustrato durante unos segundos, hasta que todo el sustrato se ha humedecido bien.
La otra forma es regar orquídeas por inmersión. El riego por inmersión consiste en tomar un barreño o un cubo con agua, y metemos la maceta de la orquídea dentro.
¿Cuánto tiempo sumergir la orquídea? Pues basta con unos segundos, los suficientes para que el agua moje bien el sustrato.
Esta técnica está muy bien cuando tienes que regar varias orquídeas, pero no tiene sentido para regar una o dos.
En todo caso, tenemos que asegurarnos de que el agua a drenado bien. Las raíces de las orquídeas no soportan un exceso de humedad, por eso es importante no colocar el típico platito debajo de la planta, el agua tiene que correr a través de la maceta y no quedarse nada.

Cada cuánto se riega una orquídea
Las orquídeas phalaenopsis se cultivan en macetas transparentes. Aunque se suele argumentar que es para fomentar la fotosíntesis, lo cierto es que podrían vivir también en una maceta opaca, pero nos perderíamos una información vital a la hora de saber cuando regar, la observación de sus raíces.
Saber cómo regar una orquídea phalaenopsis es muy sencillo, basta con observar sus raíces. Cuando compruebes que sus raíces están blanquecinas, con un tono gris plateado, es el momento de regar. Si las raíces están más bien verdes, aún aguantan sin regar.
Todas las orquídeas poseen órganos diseñados para almacenar agua y nutrientes. En las phalaenopsis son sus hojas, en las dendrobium son los pseudobulbos. Con esto quiero decir que, es mejor que la orquídea pase sed, que regar una orquídea en exceso, tienen capacidad para resistir periodos cortos sin riego, pero una humedad desproporcionada en sus raíces, es mortal en un periodo corto de tiempo, sus raíces se pudren con muchísima facilidad.
Regar una orquídea phalaenopsis
Las orquídeas que poseen pseudobulbos cómo órgano de reserva, en su mayoría pasan por un periodo de reposo.
Suelen cultivarse en macetas opacas, por eso el sistema de observar las raíces ya no nos sirve, tenemos que “tocar” el sustrato y comprobar su nivel de humedad.
Cómo norma, estas orquídeas requieren de riegos periódicos frecuentes en su etapa de crecimiento, desde finales del invierno y comienzo de la primavera, hasta la llegada del otoño.
Durante este periodo regaremos cada vez que el sustrato se seque. Los riegos serán más o menos frecuentes en función de la temperatura ambiente.
Cuando llega el periodo de reposo, espaciaremos mucho más los riegos y en las orquídeas que pierden sus hojas, los reduciremos al mínimo, sólo regaremos cuando observemos que los pseudobulbos parecen secarse.